BALANCE 2008

diciembre 24, 2008

Mejor Jugador

CARLOS LOBATÓN, por su regularidad todo el año, injustamente omitido por Chemo.

 

Mejor Extranjero

MIGUEL XIMÉNEZ, porque sus goles hicieron soñar a Cristal durante todo el año.

 

Mejor Equipo

DEPORTIVO SAN MARTÍN, por su bicampeonato y su decoroso paso por la Libertadores le da puntos extra.

 

Mejor Director Técnico

VÍCTOR RIVERA, en un campeonato donde pintan los que hablan más, los que se llenan la boca de pretensiones y floro figureti, cual un venezolano panzón.

 

Mejor peruano en el extranjero

CLAUDIO PIZARRO, porque demostró su categoría en su vuelta a Bremen.

 

Mejor Jugador del Mundo

LIONEL MESSI, porque su nivel en las canchas es inalcanzable hasta para su versión de Playstation

 

Peor Equipo

ALIANZA LIMA, porque el billetazo que se gastó en su plantel no correspondió al nivel futbolístico del mismo. Una vergüenza nacional.

 

Peor Extranjero

ELKIN MURILLO, fue el bluff del año porque llegó con un buen currículo y con la condición física de un futbolista retirado.

 

Peor Técnico

PEPE SOTO, porque comprobó tener ningún conocimiento táctico, apelando sólo a las individualidades de su plantel.

 

SI ES QUE ESTÁN EN DESACUERDO, LES INVITO A OPINAR.

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Si bien ya tenemos (bi)campeón, aún faltaba una final por jugarse. Final que no involucró vuelta olímpica sino el último soplo de vida en primera, que no es poca cosa. Los últimos noventa minutos del año se dedicaron al descenso, la final de abajo.   

 

Ya resuelto el caso Chará en tiempo record a favor de los chiclayanos y tras un par de resultados –triunfo de Minero ante Alianza y empate de Aurich con Vallejo- en la última fecha del Clausura, los enredados quedaron en igualdad de puntajes, obligándolos a ser duelistas esta noche por  un año más de vida.

 

El partido se jugó con mirada al horizonte y con actitud sañosa, queriendo hacer daño al del otro lado, aunque con el orden de cualquier recreo de escuela primaria. Sin más de dos toques a ras de campo antes de pinchar la pelota para hacerla volar a destino incierto, los dos equipos vieron pasar los minutos en ese estilo hasta el 19, cuando un pase largo aterrizó en la banda izquierda del ataque chiclayano donde se ubicaba el polémico colombiano, Edison Chará, que tras dos pasos de viada lanzó un zurdazo al primer palo de Chiquito que esperaba un manejable centro. Golazo sorpresa que rompió la vertiginosa monotonía del partido que carecía de precisión, que con sólo apelar a ella se llegaría al norte, al gol.

 

Idas y venidas hasta tres cuartos de cancha de ambos equipos que hacían lucir a sus centrales y gritar a sus porteros, una erupción de buenas intenciones que acababan cortadas por defensivas piernas alzadas, empero, como dije antes, la precisión haría la diferencia y eso creyó también el argentino José Galván antes de lanzar un centro cruzado desde la derecha del ataque de Minero en busca de un avivado receptor, que fue su compatriota Natalio Portillo, quien arremetiendo y un segundo antes de un enésimo corte adelantó a Matinuzzi para mandar el balón lentamente adentro a tan sólo siete minutos después del tanto de Chará.

 

El ritmo dado hasta ese entonces no decayó en todo la primera etapa, donde hubo tiempo para hacer una diferencia más, nuevamente Aurich se adelantaría en la pizarra con un gol de la humanidad de Carlos Zegarra, que cogió en el área chica, mientras se lanzaba al césped fingiendo una falta, un balón servido desde un tiro de esquina. Diez minutos después, el árbitro Pacheco pitó el final del primer tiempo, el tiempo de los goles.

 

En los segundos 45’, Chepe Torres operó cambios ofensivos que no pesaron en el partido, tanto Ricky Pérez como Jorge Leiva divagaron en la intrascendencia, Renzo Benavides retrocedió unos metros cual “10” impostado y Melgar (que entró por Galván) con Tragodara bombeaban pelotas cruzadas, intentando emular la jugada de su primer gol. Pero Cuto atento en las coberturas y Jair Butrón nada dubitativo, despejaban de cabeza los inocuos centros, esperando armar contragolpes con la velocidad de un animoso Chará, que apagó el acelerador en los últimos minutos.  Las jugadas cortadas se hicieron propias del partido, haciendo de la tensión de un gol casual (chiripazo) la única expectativa que quedaba hasta el final, lo cual nunca se dio.  

 

En el minuto 94, toda la defensa del “Ciclón del norte” se desparramó sobre su eje al escuchar el sonido de la finalización del partido, Cuto y Zegarra sonrían abrazados y los “anaranjados” corrieron acongojados a los camerinos sabiéndose derrotados. Alguno, como el anotador del gol, Natalio Portillo, declaró su tristeza con la seguridad que le da un contrato con Cienciano para el 2009. Minero descendió, pero, de los responsables, la plantilla actual, incluyendo al técnico Torres, en menor medida, ¿lo acompañará en su pena?

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A una fecha para acabar el campeonato, un lío de leguleyos referido al descenso sale a la luz pública, con el que se perjudica al Juan Aurich de Chiclayo con el retiro de 15 puntos -ganados en cancha desde la fecha 18- por la supuesta mala inscripción del colombiano Edison Chará, haciéndose efectivo el manotazo de ahogado conjunto de Atlético Minero y de Alianza Lima, cuando este último estaba aún involucrado seriamente con la pérdida de la categoría.

 

El contrato de Rabona se resolvió con la salida del técnico, ex-arquero de la selección, Julio César Balerio. Pero con el arribo de Franco Navarro, los servicios del aludido fueron nuevamente requeridos, desde la fecha décimo octava, participando activa y efectivamente en el repunte del “ciclón del norte”, sin que se le haya elaborado un contrato formal, según alegan los clubes denunciantes.

 

Cual campeonato distrital, los reclamos en mesa han sido constantes este año, fungiendo de recurso velador de quienes no demuestran valía en la cancha. Sport Áncash quiso tomar la punta apelando a tinterillos, ahora Minero salvará del descenso con lo propio.

 

Los argumentos y postulaciones que se cernirán para la resolución del tema son desconocidos para el seguidor de a pie. Por lo que sólo queda esperar -una semana aproximadamente- el desenlace de la novela, que ya no involucra a la “mitad más uno” de la hinchada nacional.

 

De darse la catástrofe íntima, Carlos Franco & Cía., ya tenían resuelto el papelón antes del pitazo final.

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Mucho se ha hablado del grado de culpabilidad de la dirigencia aliancista por la lamentable campaña. Cierto, la pesadilla terminó, pero ahora toca el balance general y creo que los dirigentes no son los únicos satánicos. Quienes vistieron la blanquiazul y se enfundaron el buzo en esta temporada tuvieron a su responsabilidad la parte deportiva, que fue la parte visible de la vergüenza.

Los malos manejos dirigenciales sólo se ven en la calculadora; en cambio, los malos desempeños en la cancha los ve el pueblo y son los que se registran. Para los jugadores, perder la categoría es una humillación, para los dirigentes sólo una pérdida monetaria. El fútbol es un deporte que da plata, no una actividad económica que parece deporte.

Un presidente existe para que represente el rostro de una entidad, si esta fracasa o triunfa, se le verá como responsable. Es que es más sencillo colgar a uno solo que a cientos.

Pongamos el caso que Gino Pinasco haya estado a la cabeza de Alianza, ¿qué creen que cambiaría? ¿Se hubiera ganado más en Matute? ¿Se hubiera contratado mejor? –no olviden que Montaño fue prioridad de la U a principios de año-. Se podrían esbozar varias respuestas en ofensa de la responsabilidad de un titular, pero la verdad del fútbol se dice en la cancha. Alianza peleó el descenso porque jugó mal y no porque Franco resultó ser incompetente. Nunca se supo de impagos en Alianza de este 2008 ni algún otro roche que le competa directamente.

Total Clean consiguió el ascenso y están impagos, lo propio, Sport Ancash, que peleó el título buena parte del Clausura y está cerca de una clasificación a la Sudamericana. En esos casos, ¿los dirigentes cuánto pesan? Boys y Alianza dieron pena este año porque su fútbol dio esa talla, sus respectivas dirigencias estuvieron mal también, lo que es un mal natural de la mayoría de clubes de la profesional –digo, primera y segunda división-, pero eso sólo es un factor más, no -creo yo- el determinante.

Aún así, Carlos Franco encabeza la lista de responsables de la casi catástrofe íntima, pero tranquilo, gordito, que no estuviste sólo en el cadalso.

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Alianza salvó de la muerte, ¿importa algo más? No creo, lo de la U y su sétimo puesto ya se sabía una utopía semanas atrás, aunque en cuadrados números todavía no esté zanjado el asunto.

 

Pepe Soto más que como estratega –que no es, en lo absoluto- entró para ser carne de cañón, el rostro visible del descenso, que en verdad es más cachetón y menos acholado, de cuerpo rechoncho y estatura retaca, el del titular Carlos Franco.

 

Carlos Franco y su directiva vaciaron las arcas para hacerse de los servicios de cuanto nombre se les venía a la mente, más de una veintena entre futbolistas y técnicos, destacando los fiascos como el técnico Arrué, el grandote Serna, el Salvaje Martínez, Florentín, y, aunque no fiasco sino decepción, Montaño. Todos ellos valieron cual campeones, pero terminaron salvando la baja a sólo una fecha de cerrar el quisco del Clausura. Este 2008 les significará la justa devaluación de sus precios.

 

Los íntimos aprendieron del primer golpe en el clásico pasado e hicieron lo propio en este partido, al transformar -a los 6 minutos- un corner en gol por la frente de Koji Aparicio. A partir de eso, sus rivales de provincia, Aurich y Minero, hicieron lo justo para que la tranquilidad esté ausente de Matute en todo el partido. Ambos ganaban sus respectivos encuentros, lo que hacía que el triunfo grone signifique sólo la prolongación del su sufrimiento, y que el final del calvario sería contra Minero, en el duelo de los muertos vivientes.

 

El planteamiento de Oblitas no ayudó a preocupar a los íntimos, iniciando con dos extremos nominales, Murillo por izquierda y Quiñones por derecha, quienes picaban al área junto al Chino Ximénez, que estaba por el centro, en busca de una asistencia precisa que nunca llegó. Cristal requería de manejo en el medio, las pelotas regresaban a su campo tras cada pase profundo errado de Lobatón y el Chorri, quedando desnudos en cada contragolpe por el volumen inefectivo que tenían arriba. Razzotti y la lenta defensa se enfrentaban a un veloz ataque, comandado por el a veces iluminado Montaño y los movedizos Wally Sánchez y Aguirre, que lo que mejor hace es picar a las espaldas de los centrales. El Ciego replanteó cambiando al colombiano Elkin por un hombre de área como Paul Cominges, lo que obligó a seguir tirándose pelotazos frontales infructuosos. En cambio, el ingreso de Sheput sí permitió el toque en la media, en lugar de lanzar bombas fácilmente manejables, reforzado con la tardía inclusión de Danny Sánchez.

 

Los celestes no tienen quien desborde, haciéndoles exagerar en el traslado y el toque, es por eso que Lobatón es determinante en el actual Cristal, pues depende de su decisión, al lanzar un pase profundo, que se rompa el juego horizontal que predomina en el Rímac. Personalmente, creo a Sheput el compañero ideal para Loba, pues precisión en el último pase fue lo que siempre faltó cuando se le tiraron atrás.

 

En el segundo tiempo, la ansiedad se acentuó e hizo subir unos kilos a los íntimos, quienes se vieron lentos y dubitativos en cada pelota dividida, las mismas que ganaron en la primera etapa. Los rimenses cogieron estas pelotas pero sufrieron del malestar explicado líneas arriba, no poniendo siquiera en riesgo el arco de Libman, sólo la tensión de un Alianza torpe con la pelota hizo que se preocuparan las tribunas. Regalarles la pelota y tirarse atrás es una buena estrategia para cerrar un resultado contra los cerveceros.

 

Tras los noventa y tantos minutos el marcador no cambió. Alianza ganó y esperó tan sólo unos segundos para recibir la buena nueva de su salvación. En el último minuto, Sport Ancash anotó el empate contra Minero y lo hundió en el pozo del que Alianza reflotó. Por su parte, en Chiclayo, el Aurich fue un ciclón y repartió una triada al Alianza Atlético, lo que le permite ver con mucho mayor optimismo su permanencia. El Elías Aguirre parece que verá primera un año más.  

 

Alianza se salvó y San Martín campeonó, pregunto de nuevo, ¿importa algo más?

PECHOCALIENTES, EL DOMINGO

diciembre 5, 2008

Sé que la hinchada de los bajopontinos quiere ver al cuadro de Matute retorciéndose en el Segundo Infierno -lo que quieran los directivos no importa-. Pero a inicios de la semana hubo rumores desalentadores que provocaron indignación en el gentío celeste. Estos alegaban una posible “echada” de Cristal este domingo en La Victoria, lo cual ha sido desmentido por Oblitas, quien a fin de cuentas en quien decide el equipo que juega.

El Ciego dejó un par de frases de distintos ánimos pero con el mismo mensaje:

«Ante Alianza jugaremos con el equipo principal. Ellos están en una situación difícil por el tema del descenso, pero también hay otros equipos involucrados y no vamos a ayudar a nadie» (Fuente: Líbero)

 

“Vamos a ir a matar al Alianza, ni cagando me dejo ganar en Matute” (Fuente: El Bocón)

La segunda, supongo, deja más tranquilo al hincha cervecero, que espera cagar, el domingo, a los cagones.

Creo que todos coincidimos en que Deportivo San Martín no es del pueblo, y que su virtual bicampeonato le importa a poco más de dos gatos ¿Es que alguien todavía cree que la U llegará al sétimo puesto? Los cremas ya no dependen sólo de las matemáticas sino también de la voluntad santa. San Martín está en la posición de manipular la situación, de elegir jugar o no una final, lo cual -según declaraciones- no les hace mucha gracia.  Los cremas quedarán con un sabor a nada en la boca, después de haber celebrado el triunfo en el Apertura como el Tricampeonato. Pero lo que importa a varios gatos es la situación moribunda de Alianza Lima, lo que a universitarios y celestes –ambos inoperantes de acá al final- les alegra en este fin de temporada.   

En Sudamérica, más que en otras latitudes, la rivalidad entre clásicos contrarios degenera en aversión. Si de Boca depende la frustración de un título de River, así sea perdiendo por 5 goles, los xeneizes harán el trámite; lo propio Nacional y Peñarol, U y Alianza, y similares. Poco tiene que ver la ética en el fútbol, una actividad económica guiada por la pasión y algo de encono, donde no se juega sino se compite. La integridad del futbolista como persona, ayuda a que un partido no sea una batalla de patadas. Es por eso que el Fair Play es una virtud y un premio, mas no una condición propia del juego, lo demuestran los guerreos de la Copa Perú, donde un año de trabajo y miles de soles dependen de un resultado favorable.

Los hinchas de Cristal y la U están felices con el llanto aliancista, por más que digan algunos sanos simpatizantes que sin clásico no hay torneo.

Pero lo que importa al post es el infeliz momento futbolístico para el pueblo peruano, donde los más populosos conjuntos acaban un año de inconformidades, incluyendo a los sollozos Alianza y Boys, además de la probable extirpación del planeta fútbol, cuando Blatter decida borrarnos de su mapa y nos imposibilite la internacionalización de nuestras camisetas. Eso hará mucho más hondo el pesar de cremas y celestes, quienes como consolación consiguieron, parcialmente, los ahora cupos Vacante 1 y Vacante 3, respectivamente, para la Copa Libertadores.

Queda decir que este 2008, como conclusión, fue un año lastimoso para las masas futboleras, se dijo que el fútbol murió para esta parte del continente por la actual suspensión y nos resultó indiferente por la vergonzosa realidad de la blanquirroja, a la que considero el más venerable símbolo patrio. Aunque se concrete la amenaza de desafiliación, la pelota seguirá rodando, en los céspedes y sintéticos nacionales, en busca de anotar una estrella más al palmarés. Este es un mensaje optimista en tiempos aciagos, donde lo mejor es asumir la catástrofe para no sentir el duro golpe del desencanto.

 

POR EL BIEN DEL FÚTBOL, DICE

diciembre 5, 2008

La lengua de Leguía dejó otra declaración risible –cito de memoria-:

 

“San Martín debe jugar con todo los partidos que faltan por el bien del fútbol peruano”

 

El ex-crack, con ínfulas de defensor de la integridad, confunde sus pataletas con denuncias en pos del bienestar del fútbol nacional. Si la U no campeonó es porque hizo un mal torneo Clausura, no porque San Martín “atentó” contra el fútbol peruano.

QUERIDA CRÓNICA DEL AYER

diciembre 1, 2008

Esta crónica data del miércoles 7 de mayo del presente, a propósito de la 16º fecha del Torneo Apertura, que terminaría por ganarlo la U. Rescato este artículo porque fue el único que escribí dedicado a cada una de las fechas del torneo y porque no quiero que se pierda por completo. 

¿Por qué somos tan ingratos que nombramos despectivamente como «caja boba» a lo que nos ha dado tanto en nuestra vida (futbolera)? Cual entes divinos con el don de la ubicuidad presenciamos simultáneamente los matches acaecidos en el largo y ancho de nuestro terruño, aledaños y lejanos sin necesidad de desprender nuestro trasero del cómodo sillón ni las manos del poderoso control remoto. Por meritocracia nuestro torneo se llama Cable Mágico, entidad dadora de esta divina costumbre del visionado multi-opcional, que ha asentado nuestra ociosidad en los domingos y algunos miércoles. Gracias a este servicio post-moderno gozamos ahora de un don con el que no nacimos ni crecimos: ver competir a peruanos, mexicanos, italianos, ingleses, argentinos, etc. casi a voluntad tras la presión de un pequeño botón. Para mi regocijo, hoy es uno de esos pocos miércoles -7 de abril- peloteros que relajan nuestra cansada rutina laboral. Sin más preámbulos emotivos; fecha 16 visto a través de la bendita «caja boba»…

Cienciano y Gálvez se tomaron muy en serio su papel de teloneros al clásico popular Callao – Lima. La antesala citada brindó goles, contragolpes veloces y ovacionados, vertiginosidad en el traslado del balón y, hasta, cabezas rotas, la de Julio García al encontrar en viada a la de Jair Iglesias. El pitazo final sentenció un empate a 1 entretenido y emocionante hasta el último instante, cuando un débil centro del Cholito no llegó a la muchedumbre aglomerada en el área de Chiquito. Los vítores de los numerosos chimbotanos asistentes al estadio Centenario sonorizaron amenamente al marco festivo de este poco advertido encuentro, que involucró a la punta por escasos minutos.

Los 50 peregrinos rosados que siguieron a su devoto hasta el Cusco se multiplicaron por 700 y se dieron cita en el Miguel Grau, dando un ejemplo conmovedor de la motivación de la fe. La multitudinaria Juventud Rosada, hermanada por un mismo sentir, se unificó en una sola masa parlante y bulliciosa, que prodigó bendiciones para sus alentados con cada sonata de sus cánticos. Alianza Lima, con Pepe Soto aún a la cabeza, entró al santuario de la redención chalaca con la maliciosa intención de descorazonar a los rezadores locales, logrando momentáneamente su objetivo sacrílego al adelantarse en el marcador por un tanto de Aguirre a 30 minutos para finalizar la penitencia. El disparejo gramado verde, con espacios terrosos, del equipo porteño fosforesció color rosa y se fundió de ese color para imbuir esperanza a los protegidos por el Señor del Mar, más solicitado que nunca para que -como milagro- incline la cancha hacia el arco del argentino Bologna, quien minuto a minuto veía venir  la marea. Cuando los dirigidos por Soto salieron del remezón ya se encontraban abajo en el marcador, Kukín y compañía, agrandados por los rezos de su creyente familia, dejaron escasos minutos a los aliancistas para intentar una reacción antes del sollozo. Sin duda el más emotivo partido del año –hasta ese entonces-, entre dos sufrientes de la implacable justicia del hombre, que no es misericordiosa ante los endebles ni dubitativa ante la ventajas. Sport Boys levanta una rodilla del piso y apunta esta fecha para los anales de sus históricas batallas ganadas; en cambio, Alianza Lima ahonda muchos metros más su pozo de lágrimas.

En el peor partido del campeonato, Cristal ganó y descartó a la San Martín de la lucha por el título. A los 30 segundos, tras una triangulación de pases largos entre el Chorri, Sheput y el goleador Chino Ximénez, con regate incluido, se concretó la única diana e hito contrastante del monólogo de los santos. Los 94 minutos jugados fueron un ir y regresar de los blancos al área celeste sin éxito por la imprecisión de sus definidores. Cual murciélagos en su cueva, los 11 rimenses, más sus 3 000 hinchas presentes, se atrincheraron en su campo para maltratar a cualquier balón amenazante a sus 3 puntos. En Cristal está prohibido lesionarse, en su reducidísimo plantel no alternan nombres añosos en el fútbol, sólo pequeños y valientes guerreros que resaltan por su ímpetu, mas no por sus rostros. La U ya conoce por fin a la sombra que hasta el final intentará hacerse corpórea para dar la jubilosa vuelta en su lugar.

Sin atenuantes, el Aurich chiclayano, y de Cuto, cayó ante el puntero y mejor equipo del campeonato, que lo único que tiene que hacer para cargar el trofeo es tener buena memoria para no olvidar lo que viene haciendo hasta hoy. Qué duda cabe que cuando el destino nos sonríe, como a la U, lo hace abiertamente, sólo eso explica que Miguel Angel y Rainer Torres hayan anotado goles en esta última lucha de la presente fecha, Donny Neyra con su pezuña de burro y puntería de tirador cerró la tríada. Moisella de penal descontó al instante del gol del subsub– capitán Rainer, pero esa anécdota nadie la contará después. La Trinchera Norte remece el coloso de Ate con sus saltos sincronizados al baile de los cremas en la cancha. En momentos de permanente sonrisa el pedestal se cimienta sobre el motivador de la misma; el Bidón, el gordo o el número 3 es el que andará en hombros si es que en la fecha 26 vemos lo que desde hace tres fechas advertimos.

 

Alianza Atlético se acaloró y dejó al Sport Ancash al bordo del abismo de profundidad invisible. El Melgar con el Checho, que actualiza su record partido tras partido, se dejó empatar por el humilde Minero. Y los poetas vencieron al ascendente Bolo del Cabezón. Con esas conclusiones se baja el telón del acto décimo sexto.

Mis manos sueltan el control remoto y las imágenes cambian inmediatamente a rostros infames de la farándula kitsch, ordenados por una mujer con apodo de pájaro. Son las 10 p.m y en solitario me aboco a finalizar esto que has leído. El domingo, o sábado, el balón en Perú rodará nuevamente en diferentes plazas y alturas, lo cual será motivo para embobarme una vez más viendo a esa caja como mi adorado palco preferencial, de calidad omnipresente.

CLASICO

“El Clásico de la No Desafiliación”, nombre dado con huachafo gusto, es el que cierra la temporada de estos duelos de tribuna, en el que se jugaron intereses opuestos. Mientras uno pugna por una posible final, el otro porque no sea su final en primera. Pero los motivos no importan cuando de gritar por la amada camiseta se trata. El clásico puede sufrir  varios apelativos según las coyunturas, pero “el clásico del honor” siempre será el que mejor lo identifique.

 

El Vagón, extemporáneamente, pero en el mejor momento, devolvió las puteadas de la tribuna con goles salvadores. Dos dianas que son diademas para la hinchada norte, que amansada por este triunfo soportará el trago amargo de la pérdida del título nacional. El evangelio se escuchó en el cuadro de Gareca, como otrora.

 

El Tigre realizó 3 cambios que resultaron determinantes en el resultado. Ibañez cuidó el arco como en los tiempos del tri-campeonato, el Chino Calderón frustró todo atentado por su lado y Candelo repartió gracia con su juego creativo –Donny debe aprender desde la banca a no jugar para su ego-. Tres figuras implementadas a última hora en tres áreas de la cancha que aunadas al iluminado Hurtado guiaron a los restantes siete a un triunfo de desfogue de la frustración por el año -a mi parecer- perdido.

 

Ya en el juego, temprano, a los 6 minutos, el Vagón vence -por enésima vez, en los varios duelos acumulados que tienen como contrarios- a la marca de Arakaki y fusila a Libman con un tiro “del desprecio”.  Ultraje crema en casa grone que condicionó al partido en gran parte del primer tiempo, donde Candelo se puso la capa y entregó rosas a cambio de balones. Hurtado, hasta que el Chino estuvo en la cancha, desplegó rapidez y atrevimiento. Alianza no reaccionó sino que los cremas se cansaron del paseo, dosificaron el tanque de energía para dar su estocada mortal a poco rato del segundo pitazo inicial. Esta vez servido por Malingas, el Vagón apareció de nuevo para provocar lamentos venidos del lado sur del estadio.

 

Después del segundo gol hecho con la pelvis, la pelota surcó los cielos y los toperoles no estuvieron precisamente sobre el césped, el partido se jugó con deficiencias más que con virtudes, hasta que en el minuto 75, se rompe la trabada armonía cuando el juez de línea César Escano hace el invento del año al marcar un penal venido de su más pura imaginación.  Jugada enredada entre Rainer, el Negro y Wally provocó la alucinación de “el de negro”. Koji, que entró por Arakaki, transforma el invento en esperanza aliancista.

 

Pero la esperanza sólo la sintió la tribuna, pues en la cancha el nerviosismo se acentuó por la obligación de dar vuelta al resultado, que degeneró en desgracia cuando casi simultáneamente dos expulsiones desmoronan la estabilidad grone que pendía de un hilo. Montaño, por doble amarilla, y el Salvaje, justo apelativo, por un codazo a la nuca de Malingas, dejaron a los victorianos al borde del cadalso. Era el minuto 87 y la angustia se prolongó hasta el 93. Alianza Lima, después de las dos bajas, esperó resignado el pitazo final.

 

Los festejos vienen más por la emoción de ganar un clásico, por devolver la afrenta del Monumental, que por la cercanía al sétimo puesto, objetivo que se asume incumplido fechas antes del desenlace total del torneo. La alegría de ganar un clásico más en Matute, el anotarse un punto más a favor en el historial, será el más dulce recuerdo de la hinchada crema de este 2008. ¿El Apertura? Sin sétimo puesto en el Clausura sirve sólo como billete y pasaje a las pantallas de Fox Sport.

 

Alianza Lima, entre sus cuatro tribunas, ve nuevamente cerca su deceso en primera.

 

 

ACTUALIZACIÓN: 30/11/2008 17.40

 

Aurich ganó en Tacna al Bolo, y Alianza, ahora sin técnico, está con la soga al cuello.